Hace cuatro años escribí sobre la caída del secreto mejor guardado, la futura publicación de cuentas en paraísos fiscales, a cargo de Wikileaks, por las revelaciones de Julian Assange. No se ha producido por ahora esa revelación, pero ha sido un antiguo empleado de un banco el que ha tirado de la manta para que conozcamos a los grandes defraudadores. Incluidos muchos españoles, de esos que se beneficiaron de la amnistía fiscal del ministro Montoro, esa que nos dijeron que sacaría a la luz muchos miles de millones (que se quedaron en menos, claro) y que sirvió para que personajes importantes del PP arreglaran parte de sus cuentas con Hacienda. El antiguo empleado del banco HSBC, Hervé Falciani, nos ha ofrecido un buenlistadode "patriotas", de esos que evaden sus fortunas para no pagar impuestos, como por ahora sabemos que fueron Emilio Botín (y familia, esa alabada por Podemos, por cierto), Fernando Alonso, o algún magistrado del Tribunal Supremo. Estos abanderados de la Marca España. Luego vendrá Soraya Sáez de Santamaría a meterse con Monedero, por su regularización con Hacienda, al haber descubierto la prensa que tenía una empresa para pagar sus impuestos, como hacen los artistas de la Zeja o el ex-presidente Aznar, y se olvidará de estos "patriotas". Un asco hipócrita de defraudadores y los que los amparan. Como si los impuestos evadidos por estos "amantes de Suiza" no perjudicaran los servicios públicos. Esperemos nuevas revelaciones.