Terminado el luto oficial por Adolfo Suárez, que nos ha servido para comprobar la necesidad del ser humano para crear mitos (no podemos contentarnos con la realidad, por ser tan prosaica), vemos que una de las noticias que las agencias han propagado con éxito es la divulgación de un estudio que descubre que el Santo Grial se encuentra en nuestro país, concretamente en León. ¡Oh, maravilla! Se ve que se acerca la Semana Santa y vamos preparando y calentando el ambiente con cosas como ésta. El estudio que nos cuentan lo ha encargado la Junta de Castilla y León, una institución que dedica mucho de su presupuesto a magnificar el patrimonio de la Iglesia Católica, y de paso a promocionar sus mensajes, con dinero público.
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Doña Urraca |
Según leemos, unos estudiosos han descubierto que el cáliz de doña Urraca, la hija de Fernando I de León, es la copa que dicen usó Jesús en suúltima cena, el famoso Grial que buscan reyes, aventureros, esoteristas, trovadores, caballeros (templarios o no), y devotos varios desde hace siglos, pues le suponen propiedades milagrosas. E Indiana Jones, el Águila Roja o Dan Brown sin enterarse. Lo fundamentan con dos pergaminos egipcios del siglo XIV que relatan que el cáliz fue enviado al rey de León tras el saqueo de la iglesia del Santo Sepulcro, ya que hay muchas piezas egipcias entre los regalos que recibió este rey en su tiempo y eso les movió a visitar Egipto, encontrando los citados manuscritos. Además afirman que está hecho de cerámica del "tipo Qumram", un tipo que se fabricaba en tiempos de Jesús.
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Última cena de Leonardo da Vinci |
Eso es lo que dice la noticia que han repartido las agencias, aunque otros medios ocultan este último detalle. Y no me sorprende, pues los estudiosos afirman que el cáliz de doña Urraca es el Grial, "sin ningún error". Con rotundidad, con alegría y suficiencia. Pero el cáliz no es de cerámica, sino de ónice, un mineral considerado piedra semi-preciosa, que nada tiene que ver con la cerámica. Esta piedra se usó mucho en la antigüedad y fue empleada para hacer los cuencos, de origen seguramente romano, que luego la señora de Zamora ordenó a unos orfebres unir en forma de cáliz, elaborando una de las piezas más hermosas del arte románico leonés.
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Grial de Valencia |
Se ve que hace falta animar el turismo en la Comunidad de Castilla y León y el religioso es especialmente querido por sus gobernantes. ¿Qué mejor que animar la Semana Santa con cientos de peregrinaciones para ver la "copa de Cristo"? Ninguno de ellos va a poner reparos en "minucias de gentes de poca fe" como la del material en que está hecho el cáliz de doña Urraca, o en que sean de origen musulmán las supuestas pruebas que afirman la entrega del cáliz al rey leonés, por cierto, tres siglos después del reinado de Fernando I. Tampoco importará que haya en toda Europa unos 200 Griales repartidos por iglesias, museos, conventos y otros edificios. Uno de ellos también en España, concretamente en la catedral de Valencia. Da igual, en estos tiempos reaccionarios que estamos viviendo, donde se nos traslada aépocas pasadas en todos los aspectos (económicos, sociales, políticos...), el volver a las disputas que se vivieron en la Edad Media y periodos cercanos entre reyes, ciudades, señores y eclesiásticos, por las supuestas reliquias "de verdad verdadera", importadas por los cruzados de los "santos lugares", puede volver a ser un gran negocio. Y en esto, como en otros muchos aspectos de la vida moderna, el negocio es lo que importa. Ya irá Iker Jiménez a explotar el filón leonés.