A mediados de semana se produjo el solsticio de verano. Los días empezaron a ser más cortos. Algunos se creerán que esto pasa por San Juan. Es decir, en la noche entre hoy y mañana, y así seguirán celebrándolo en multitud de verbenas de fin de semana. Y se habrán olvidado ya del significado del nombre, debido a la planta que se usaba como adorno y ofrenda natural. Cosas de la modernidad y el calendario laboral.
Encenderán en muchos lugares hogueras, como se hacía antes para ayudar al sol a quedarse más tiempo. Bailarán a su alrededor y los valientes saltarán sobre las brasas, para atraer a las mozas. Se quemarán Judas o Júas y con ellos los malos momentos, sus malos recuerdos y se querrán prevenir los degracias del futuro.
Como en tiempos pasados, nos abandonaremos a los placeres del buen tiempo, de la comida, la bebida, la música y los instintos de la carne. Dionisos se aparecerá entre nosotros guiando nuestra conducta hacia el goce. Las muchachas desearán pisar la hierba, húmeda del rocio de la mañana, con sus pies descalzos, honrando también al agua, que nos refresca y da la vida, junto a la luz del sol.
¡Feliz solsticio y feliz verano!
