50 años

Sí, parece mentira. Hoy se cumplen 50 años desde que mi madre me expulsó al mundo exterior, tras nueve meses de húmeda y cálida gestación. 

Medio siglo deambulando por este mundo cruel y singularmente maravilloso.

Cinco decenios llorando y riendo, sufiendo y gozando, estudiando y jugando, trabajando y descansando, odiando y amando, sintiendo y pensando, acertando y equivocándome, leyendo y escribiendo, mirando, oyendo, oliendo, tocando, degustando, creciendo, soñando, compartiendo, ayudando, contando...Viviendo. 

Con mi hermana mayor, Soledad, ya fallecida, y Roberto.

Con mi padre, José, mi madre, Carmen, y mi hermano Roberto.

Con mi hermano mayor, Pepe, su mujer, Elena, sus hijos, Pepe y David, con mi tía Adelina y su hija Carmeli, mi hermana Mari y su marido, Antonio Miguel, y Roberto y yo adolescentes. 

Cuando tomé posesión como concejal, por primera vez, en 1983, en la mesa de edad, al ser "el joven" (todavía con pelo y bigote).

Al cumplir 25 años de concejal en el ayuntamiento de Palma del Río, con los tres alcaldes con los que he estado, Manolo, Salvador y Jose.

Al despedirme de concejal, este año, con los representantes del personal del ayuntamiento.

En mi boda, con la familia de Anamari. Mi otra familia.


En la boda, con Roberto y Encarni, su mujer. Y también de la boda, Ana con Mari, mi hermana, su hija Macarena y Encarni.

Con mis sobrino Jesús, hijo de Roberto y Encarni.


Y con Roberto, el hijo mayor de mi hermano del mismo nombre.


Y con muchos amigos y amigas, que necesitarían de un espacio mucho mayor para reflejar sus imágenes. Todo un resumido repaso gráfico por este medio siglo de vida.

Hoy permitidme que deje a un lado la actualidad. Celebro mis bodas de oro, conmigo mismo, como le dije a un amigo que me precedió en eso de cumplir estos especiales años. Gracias por estar ahí y por leer algunas veces las historias de este niño enclenque, serio y callado, que un día decidió compartirlas con el mundo.