Hay un lenguaje de signos para que los fabricantes nos indiquen las propiedades de los tejidos con los que está confeccionada nuestra ropa y cómo conservarlas. Muchas veces es complicado entender las etiquetas con las que nos explican estas instrucciones de uso y conservación. Otras veces, simplemente, nos lo indican con palabras. Esto es lo que dice una de las etiquetas que tiene el pantalón del chándal: "Lávelo cuando esté sucio". Esta es la traducción de lo que dice en inglés.
Supongo que no habrá que ser muy inteligente para hacer lo que imperativamente nos explica la etiqueta. A no ser que haya clientes que usen la prenda hasta que quede completamente sucia y luego la tiren a la basura, comprándose otro chándal. Ropa de usar y tirar, como los pañuelos de papel. Parece que existe este espécimen de consumidor, que cree esto de todos los artículos que compra. Porque, si no es así, es que los clientes de la marca son habitualmente unos verdaderos guarros, que nunca lavan las prendas, a pesar de estar sudadas, manchadas o simplemente sucias, después de usadas. O que no tengan complejos.
Seguro que algunos usan perfumes o colonias de agresiva fragancia. Si no, no se entiende la necesidad de la etiqueta. Vivir para ver.