Con lo harto que está uno de promociones comerciales que te interrumpen llamándote por teléfono a horas intempestivas, o mandándote mensajes al móvil (también cuando menos te lo esperas), o inundando tu bandeja de correo electrónico. Con lo que cansa que te quieran "fidelizar" a base de promociones, sumando tiempo de permanencia, canjeando puntos por teléfonos, estuches, aparatos, o coleccionando cupones, cromos, o regalos de tu caja de ahorros o el banco, etc. ¿No se les podía ocurrir otra cosa a los "cerebros electorales" del PSOE, para conseguir voluntarios, que premiar con regalitos promocionales, a base de conseguir puntos, por publicitar en las redes sociales los mensajes de campaña? Uno se siente como aficionado del coleccionismo, o un fan del famoso o la famosa de turno, buscando conseguir el objeto que le falta a la colección, con pasión desmedida. Mercantilismo, superficialidad, snobismo, infantilismo....¿Pensamos que, cuando alguien se afilia a un partido, es para conseguir regalos promocionales? ¿Así queremos conseguir convencer al electorado? No veo a Rubalcaba como un famoso cantante pop o un asiduo de las "noticias" de la prensa del corazón. ¿De verdad hemos comprendido el papel que desempeñan hoy día las redes sociales?
Ayer criticaba, con cierto tinte humorístico, la campaña de los caramelos del PP. Hoy no tengo más remedio que sentirme defraudado por la campaña de "fidelización" (como si fuésemos una compañía telefónica o un banco...) puesta en marcha por mi partido. ¿En esto se basa el lema "escuchar, hacer, explicar"? Falta el "coleccionar" y el "competir" en el ranking. Además, ¿qué vamos a hacer luego con tanta taza o vaso ocupando espacio en el aparador? Yo me afilié al PSOE por asumir un compromiso ideológico y para hacer efectiva una determinada política, no para adornar mi domicilio con reclamos más o menos estéticos.
Luego nos quejaremos de que no somos capaces de conectar con los electores. De que falla la política de comunicación. Y, en política, hay algo más, mucho más, que una ocurrente o impactante estrategia de comunicación. La política que necesitamos precisa de mucha más sustancia, y es más necesaria e importante que los spots de una campaña publicitaria. La credibilidad no se consigue con regalos.