Hoy es el día mundial contra el SIDA, y como otras veces me uno a las muchas y variadas campañas que se hacen para erradicar esta lacra moderna. Sobre todo, después del debate abierto con las palabras del Papa, que parecían abrir las puertas a una esperanzadora rectificación con respecto al uso del preservativo y la prevención de esta enfermedad, y que han resultado un fiasco.
Yo también voy a "iluminar de rojo" un monumento como muestra de apoyo, según la campaña iniciada por RED para conseguir "un mundo en rojo": La campaña tiene como fin "poner de relieve el objetivo alcanzable de terminar con la transmisión del VIH de madres a bebés para 2015, creando la primera generación de bebés nacidos libres de VIH en 30 años". Para presionar los líderes mundiales de que cumplan su promesa de acabar con esta enfermedad, empezando por los niños. Para que no bajemos la guardia.