Una vergüenza. Machismo, autoritarismo, el comportamiento de un "militarote" de los antiguos. El vendedor de armas, Pedro Morenés, dando lecciones de honor y mandando callar a la diputada de UPyD que había llevado al Congreso esta semana el caso de la comandante Zaida Cantera, que el domingo pasado había hecho público Jordi Evole en su programa de televisión. A imagen y semejanza de Pujol, que dice que se ataca a Cataluña cuando le piden responsabilidades de su dinero en Andorra, el ministro dice que se ataca al Ejército, cuando se pide que desaparezca el acoso sexual a las mujeres que hay en nuestras Fuerzas Armadas, acoso demostrado en juicio (militar por supuesto, por cierto) con condena al acosador. Para colmo el portavoz de defensa del PP al día siguiente continuó con los ataques, amparando indirectamente a los acosadores, que había hecho todo lo posible para echar a la víctima de los abusos del propio ejército. Menos mal que la reacción de los medios y la gente han obligado a rectificar al gobierno y el ministro ha pedido disculpas, con lo que se va a redactar un protocolo contra los abusos sexuales en las Fuerzas Armadas. Buena falta le hace a una institución demasiado influenciada todavía por ideologías ultra-conservadoras, que ven a la mujer solo como una servidora de los hombres. Más vale tarde que nunca.